Las bandas de invasión fueron unas marcas pintadas en los aviones de la Segunda Guerra Mundial con la intención de reducir los ataques de fuego amigo. Estas bandas de invasión son un juego. Distinguir al amigo del enemigo. Territorialidades. Invasiones poscoloniales. Apropiación indebida. Rueda del tiempo.

Por el año 2003 Pablo Carrillo y Carlos Toronado de PAL jugaban con la idea de hacer una versión de “Cucurrucucú Paloma” con una masa de guitarras distorsionadas a lo MY BLOODY VALENTINE y ecos de SPACEMEN 3. La grabaron en casa e incluso, PAL la interpretaría para el programa de La2 iPop.. La cosa tuvo su gracia y pensaron en hacer más canciones latinoamericanas muy conocidas con ese tamiz shoegazer y spaceman. Cogieron “Oxalá” de MADREDEUS y la registraron también de forma casera. Ahí se quedaron, en el cajón. De vez en cuando, volvía a aparecer alguna canción que podía caer bajo la invasión, pero no pasaba de ahí, ideas, juegos. En 2016 retomaron la partida y grabaron cuatro canciones más. Ojo de LA DÉBIL grabó los bajos y Ana Galletero de TRAVOLTA algunas melodías con el teclado. Después de tenerlo todo grabado no se mezcló. Volvió a olvidarse, a sumergirse. En 2020 regresó, como siempre retorna lo reprimido. Daba pena que esto solo fueran recuerdos de un disco duro -si es que puede decirse que recuerde algo que no olvida-. Los juegos no deben dar pena, ¿o sí? Cogieron las pistas, lo mezclaron y decidieron compartirlo.

Distinguir al amigo del enemigo. Cada uno reconocerá los suyos. Juegos. Unas partidas de Space invaders entre Caetano Veloso y Kevin Shields; entre Madredeus y Sonic Boom; entre Juan Gabriel, Chavela Vargas, Paquita la del Barrio y Jason Pierce.

Las mutaciones. El devenir pájaro. El deseo y el principio esperanza. La explotación y la conciencia. El amor meridional. La amistad Estelar y el enemigo en la Tierra. Los invasores. La defensa y el ataque. El odio. La (des)identidad y la reconstrucción. El espacio y el tiempo rueda. Unas partidas de Space Invaders.